Playa todo el año
Imaginen una playa de ensueño, con finísima arena blanca, donde el cielo siempre es azul, donde nunca hace frío ni calor y el agua es cristalina. Dejen de soñar, bienvenidos al ‘Ocean Dome‘, la única playa artificial a cubierto del mundo.
Este destino vacacional (un complejo turístico en la ciudad japonesa de Miyazaki, en la isla sureña de Kyushu) se llama “Seagaia”, nombre que proviene de la unión de la palabra inglesa “sea” (mar) y del griego “gaia” (tierra). Sus medidas, 300 metros de largo y 100 de ancho, lo convierten en el parque acuático cubierto más grande del mundo (así aparece en el Libro Guinness de los Records). En su interior la temperatura del aire ronda todo el año los 30 grados, y la del agua (en sus 13.500 toneladas) a 28 grados. Bajo su techo deslizable (también el mas grande del mundo y situado a 38 metros de altura) pueden disfrutar, hasta diez mil personas, de un día completo de playa en pleno invierno. Todo está bajo control. Hay unas máquinas que producen olas a intervalos pre-fijados (de hasta 2,5 metros para los surferos), un volcán que hace erupción cada media hora y varios espectáculos de bailes tropicales.
La entrada, que cuesta unos 50 dólares, puede no obstante resultar un poco cara si tenemos en cuenta que a tan sólo 300 metros hay una playa “de verdad” y gratis. No cabe duda, la Naturaleza se ha quedado obsoleta.
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